Historia

Iniciamos este paseo por la historia sin hacer mención expresa a Cofradía o Hermandad propiamente dicha, puesto que no se tienen noticias de que en torno al Cristo de La Caridad o del Santo Entierro se constituyese nunca Hermandad alguna, pero sí cabría resaltar, que el origen de esta procesión en El Carpio se debe a esta histórica imagen del Cristo de "LA CARIDAD", que desde el año 1.509 en que se fundara, por Doña Beatriz de Haro y Sotomayor, esposa de Don Diego López de Haro, el Hospital llamado de la Santísima Caridad de Jesucristo, se veneraba en el Altar Mayor de su pequeña Iglesia, hoy desaparecida y que tuvo su asentamiento por muchos años en el lugar que ocupa el actual Mercado de Abastos.
La talla de esta Sagrada Imagen, un Crucificado del siglo XVI, de autor desconocido, gozaba de la devoción de los carpeños y tenía una característica singular; mediante unas bisagras o mecanismo, podía bajar los brazos hasta dejarlos paralelos con el cuerpo y así poderlo convertir en yacente para su traslado a la urna o Sepulcro procesional; emocionante ceremonia que anualmente era precedida por un solemnísimo acto litúrgico o Sermón de las "Siete Palabras", que tenía lugar en la Iglesia Parroquial, severamente exornada con colgaduras de raso y crespones negros y luminarias de cirios de cera virgen, representaban aquella sublime escena del Calvario, con el protagonismo simbólico del drama de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Desde aquel lejano siglo XVI, punto de partida de inspiración religiosa en que tuvieran lugar las manifestaciones públicas de fe y creencia de las Cofradías de Pasión, El Carpio sigue manifestándose firmemente, celebrando la Semana Santa con la misma fe de sus antepasados, manteniendo casi inalterables algunas de sus más tradicionales costumbres en cuanto a organización y solemnidad, destacando en sus desfiles procesionales y por excepción las del Viernes Santo, que ya en la segunda mitad de losaños veinte, tomaron impulsos renovadores, gracias a la celosa colaboración del entonces Cura Párroco Don Francisco Eguizabal ydel Seglar Don Manuel Carrillo Castillejo, este último popularmente conocido por "Manolito el Sastre", ambos fallecidos, que consiguieran la reorganización de varias cofradías y en particular la que nos ocupa, que por ser la oficial, carecía de dependencia cofradiera, surgiendo entonces, la representada por la nutrida agrupación de más de un centenar de niños y adolescentes que, en torno al Santo Sepulcro, le acompañaban en sus desfiles hasta el año 1.936, en que por circunstancias por todos conocidas, fuera el último de su aparición; esta joven agrupación, vestía túnicas blancas con capas del mismo color y sombrero en forma de bonete redondo, adornado con larga pluma, también blanca, llevando como emblema la Cruz de Malta en colorverde.
Prácticamente y a pesar de los funestos acontecimientos bélicos acaecidos como consecuencia de la contienda civil española de 1.936/39, no dejaron de manifestarse estos actos de fe, si bien partiendo de cero, por la desaparición de las valiosas imágenes y de la totalidad de sus ornamentos.
Con aportaciones populares y de entusiastas a estas fiestas cuaresmales, se pudieron adquirir en principio algunas imágenes de pasta-madera, representativas de la Pasión, entre ellas la del Cristo Yacente, que en la actualidad se encuentra depositado en la base frontal del Altar Mayor de la Ermita de San Pedro, con estas preciosas imágenes y concretamente con la del Cristo de referencia y con una urna de madera acristalada de forma rectangular, construida en líneas y semejanza a la desaparecida, tuvieron lugar las representaciones públicas del Santo Entierro hasta el año 1.945, en que por vez primera ocupará este mencionado Sepulcro de cristal, la nueva imagen del actual Cristo Yacente, de talla de madera policromada, de 1´80 metros de altura, obra del artista sevillano Antonio Castillo Lastrucci, que fue traída a esta localidad, el día 11 de noviembre de 1.944, por iniciativa y a expensas de D. Pedro López Cubero, ya fallecido y otros once señores más que con él colaboraron a tal fin, creándose la llamada Agrupación de "LOS DOCE", en memoria según decían de los Santos Apóstoles, adoptándose desde entonces como escudo u insignia oficial, la Cruz del Santo Sepulcro, representada como es sabido por la Potenzada en el centro y cuatro latinas entre sus ángulos, todas en negro sobre fondo blanco. Los mencionados componentes de esta reducida agrupación, acompañaban el paso en todo su recorrido, vestidos con traje clásico negro, portando todos ellos grandes cirios de cera con peso superior a los cinco kilos.
Durante muchos años consecutivos, se realizaron innovaciones que merecieron la admiración de todos, pero el entusiasmo de aquellos hombres ya maduros con el paso del tiempo, fue decreciendo en sus ánimos, fuerzas físicas y por fallecimiento de la mayoría de ellos, hasta el extremo de hacerlos materialmente incompatibles con las exigencias organizativas que el nuevo movimiento de la fe quería, y fue precisamente esta decadencia circunstancial por así llamarla, la que promoviera el interés de un grupo de jóvenes, que recogiendo aquellos frutos, consiguieran en escaso tiempo, llevar a cabo la meritoria labor de reorganizar o mejor dicho constituir la Cofradía del Santo Sepulcro, cuya fecha fundacional, según notas facilitadas al respecto, data de 01 de enero de 1.953. En esta fecha, se abre la nueva etapa de prosperidad para la Cofradía, que sucesivamente irá tomando forma para su normal desarrollo y funcionamiento, como lo prueban, acuerdos posteriores adoptados en Asambleas plenarias celebradas al efecto, de las que brevemente reseñamos en este trabajo las más destacadas, no sin antes hacer referencia a la extraordinaria labor que tras largos años de gestiones llevadas a cabo con la Iglesia y con la Casa Ducal de Alba, culminaran con la cesión del Sarcófago, que el Marquesado de El Carpio tenía depositado en la Cripta o Panteón, que este linaje tiene ubicado bajo el presbiterio de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. En este Sarcófago, fueron trasladados desde Madrid, donde falleciera en 1.661, los restos mortales de Don Luis Méndez de Haro y Sotomayor, político español, que fuera Ministro de Felipe IV, Marqués de El Carpio y sobrino del Conde-Duque de Olivares.
Referida pieza histórica, bien conservada del siglo XVI, de factura renacentista, fue hábilmente restaurada por el artista cordobés Miguel Arjona Navarro y sacada procesionalmente por vez primera, el Viernes Santo de la Semana Mayor de la Cuaresma del año 1.967, mereciendo los mayores elogios de la crítica y la admiración general de cuantos la contemplaron.
Conseguido este primer y principal propósito de incalculable riqueza y valor histórico-artístico, es de afirmar que el Paso del SANTO SEPULCRO de El Carpio, por sus características inigualables, podría catalogarse como pieza única en su género.
Felizmente superada, como se dice, la incorporación de tan preciada joya a la Cofradía, ésta en su vivo afán de progreso, ya en el año 1.969, adopta acuerdos, creando el cargo de Hermano mayor, el cual es elegido en Junta General, cada año. El citado Hermano Mayor, representa oficialmente a dicha Cofradía en todos los actos y acciones, salvo en la toma de decisiones de interés que en todo caso les están reservadas a la Junta Directiva, formada por ocho de sus miembros de número, libremente elegidos cada cinco años y a su Junta General.
Actualmente esta Cofradía o Hermandad de Penitencia, es de las más numerosas en hermanos, en su mayoría jóvenes de ambos sexos, vistiendo como indumentaria, túnicas de raso blanco y capirotes negros y como escudo o emblema, el que se menciona anteriormente en la breve narración de la que fuera Agrupación de "LOS DOCE", precursores de esta consolidada esplendorosa Cofradía.
La Junta Directiva labora sin descanso para el mayor auge y organización y es de muy de destacar la labor que en tal sentido viene realizando, no menos importante es la desinteresada y difícil tarea que los hermanos braceros vienen igualmente prestando desde el año 1.984, que con su magnífico Capataz al frente, asumen la responsabilidad del Paso, que magistralmente conducido, es aplaudido en cada una de sus facetas de su desfile.
Y por último y como definitivo por muchos sentidos, yo diría que es impresionante el desfile de este PASO y de su Cofradía en la tarde y noche del Viernes Santo, debido a la majestuosidad de su conjunto escultórico y la compostura y orden de sus cofrades, que en silenciosas filas laterales en torno al SANTO SEPULCRO, mantienen armoniosamente el ritmo de marcha durante su largo recorrido, mereciendo por tan singular comportamiento y ejemplaridad, el clamor unánime del vecindario y de cuantas personas nos visitan y acuden en estas fechas a presenciar nuestros ya tradicionales desfiles procesionales, que año tras año, recobran mayor esplendor.